El que no vive para servir, no sirve para vivir

Dentro de las reflexiones que me han llevado a elaborar este texto, han sido los acontecimientos que se han estado suscitando en los últimos meses; ya que por la poca incursión que he tenido en la política, me he dado cuenta, que hay gran cantidad de personas que participan de ella logrando tener, como cualquier negocio, el mayor beneficio, sin la menor inversión posible; pero un beneficio egoísta, envidioso, y diría yo dañino para la sociedad y ellos mismos, ya que la función pública, es precisamente para SERVIR a la comunidad, más allá de la intención velada por un interés rastrero de llegar a ella por sí mismo, y no para los demás.

Siguiente esta línea de pensamiento, me recuerda la vieja Roma, esa metrópoli en la que servían principalmente por el único pago que eran los Honorarios, pago suficiente para ellos, ya que el servir a Roma y a los Romanos, era un Honor, y eso era suficiente, y eso era más que basto para ellos, ya que sabían que en cuanto más se engrandeciera Roma, más se engrandecían todos los ciudadanos, y por lo tanto ellos mismos. Todo esto me lleva a pensar, estos funcionarios que solo recibían el honor de servir, eran considerados los más grandes y los más respetados, porque siendo serviles con la comunidad Romana, se hacían grandes a ellos mismos, misma idea que nos trajo Jesucristo al decir, “yo vine, no ha que me sirvan, sino a servir” ya que el más grande tiene más responsabilidad de servir a los demás.

Razón por la cual, he considerado que las personas que tienen más autoridad, no son tienen que ser los más grandes, sino los más pequeños, ya que están comprometidos a velar por SERVIR a todos y cada uno de los que están a su cuidado, es por eso que la función de presidente, gobernador, alcaide, o simplemente de padre, es la más grande de todas, pero no por el poder que tiene, sino por la obligación y la necesidad de servir a los demás, ya que cuando no se da esta característica de humildad con el poder, simplemente NO SIRVE.

Por eso, se el más grande siendo el más pequeño, porque con eso mismo, te harás inmenso.